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La mochila digital
Con el paso de los años hemos ido añadiendo mas y más dispositivos tecnológicos a nuestra vida. Hoy en día llevamos encima una autentica mochila de la que quiero hablar hoy, para analizar qué sentido tienen estos productos y por qué nos resultan tan imprescindibles.
Aunque este tema puede parecer poco relevante, creo que es importante tener en cuenta hasta donde hemos llegado a engordar esa llamada “mochila tecnológica” con la que cargamos cada día. La finalidad de los dispositivos con los que cargamos es que nos simplifiquen la vida, que gracias a lo que nos aportan podamos hacer mas cosas, con mayor facilidad y comodidad. Y aunque muchas veces la tecnología pueda ser un quebradero de cabeza, en mayor o menor medida los dispositivos con los que convivimos cumplen su cometido.
Esto no quita para que cuando aparecen los problemas tengamos que perder mucho tiempo resolviéndolos. Todo para poder volver al punto en el que estábamos antes. No para mejorar lo que teníamos, sino para recuperar nuestra forma de vida, nuestra rutina digital. Así que cuando resuelves un problema informático te queda una sensación agridulce, porque te sientes satisfecho por haber dado con la solución, pero a la vez piensas que te han robado un tiempo muy valioso que no tendrías que haber perdido.
Esto ha hecho que cada vez mas optemos por comprar dispositivos que nos simplifican la vida, que no nos van a hacer invertir tiempo en ellos. Esa filosofía fue en parte la que hizo que empresas como Apple triunfaran. Productos con pocas opciones de personalización, que buscan ante todo la sencillez de uso y que se adaptan bien al consumidor y a sus necesidades. Algo que es válido para cualquier tipo de persona: joven y mayor, con conocimientos de informática o sin ellos. El caso es que los productos sencillos de usar tienen un buen nicho de mercado y eso no es por casualidad. Al final de un largo día de trabajo lo que queremos es que las cosas simplemente funcionen, que decía Steve Jobs.
Nº 1. Los smartphones, los todo en uno.
Todo esto empezó a cuajarse de una forma muy clara con los móviles. Unos dispositivos que partían con esa premisa, simplificar y mejorar nuestra vida. Al principio en efecto solo servían para llamar y mandar mensajes, no eran muy inteligentes que digamos, al menos en comparación con lo que tenemos ahora. Han seguido una evolución natural de miniaturizaron y aumento de potencia que ha disparado sus capacidades de forma exponencial. Los actuales smartphones tienen muy poco de teléfono y mucho de ordenador. Nos cuesta verlos como ordenadores pero en realidad es lo que son, si le metes una pantalla externa, un teclado y un ratón, en muchos casos tienes mas potencia que la mayoría de PCs de escritorio. Solo que como no están concebidos como tal seguimos pensando que son teléfonos inteligentes. Pero en realidad son pequeños ordenadores de bolsillo.
Podemos afirmar que estos, los smartphones, son un imprescindible en nuestra mochila tecnológica diaria. No conozco a muchas personas que puedan vivir sin el móvil cerca. Todos podemos dejarlos de lado en un momento dado o para disfrutar de una tarde en familia o de un merecido descanso tecnológico. Pero en el fondo a todos nos hace falta tener el móvil a mano a diario.
Nº2. Las tablets, el nuevo caballo de Troya.
Algo parecido pasa con las tablets. Nacieron como un híbrido entre lo que ya ofrecían los smartphones y los portátiles. De todo su recorrido y su auge y caída en ventas lo que nos ha quedado es que las tablets también ocupan hoy en día un lugar en nuestra mochila tecnológica. Bien sea para usarlas cuando nos vamos de viaje, por temas de trabajo (donde han ocupado el lugar que en su día tuvieron los netbooks y en ciertos casos los portátiles),o para el ocio en casa. La mayoría de familias disponen de alguna para niños o mayores. Son pequeñas televisiones con reproductores multimedia que podemos usar en cualquier habitación, sirven para hacer una ofimática básica (aunque ya quisieran los PCs de los 90 tener las funciones que tienen las Apps de ofimática de cualquier tablet de hoy en día), y se puede decir sin lugar a dudas son los navegadores por excelencia para el hogar.
Nº3. Ereaders, el hogar de los Ebooks.
Lo siguiente que metería en la mochila serían los ebooks. No es que sean tan populares como los anteriores pero desde luego tienen muchos adeptos y quienes tienen y usan uno no lo sacarían de su mochila bajo ningún concepto. Llegaron como una forma de liberarnos del espacio que supone tener que cargar con libros allá donde vayamos. Algo que cuando estas de viaje se agradece sobre manera. Pero se han quedado porque son una herramienta muy útil para almacenar y disfrutar de la lectura sin límites.
Este dispositivo tiene todo el sentido del mundo porque además se centra en lo que ofrece; lectura. No es como un smartphone o una tablet que sirve para todo y a veces no nos ayuda en nada porque solo nos distrae. Los e-readers van al grano, poco mas ofrecen y poco mas esperamos de ellos.
Nº 4. Un clásico, los ordenadores.
Otro producto tecnológico imprescindible de nuestra mochila tecnológica son los ordenadores. Aquí meto tanto a portátiles como a ordenadores de sobremesa, ya sean los llamados All-in-one como el iMac o las típicas torres PC de toda la vida. No es un producto que viaje mucho, porque hasta los portátiles están muchas veces en el mismo lugar en casa y se mueven poco. Pero si es un producto tecnológico que llevamos en nuestra mochila personal, esa que creamos mentalmente y que la conforman los dispositivos que usamos a diario.
Esta claro que los que la mayoría de trabajos requieren un ordenador, es algo de lo que no nos libraremos probablemente en toda nuestra vida laboral. Pero es que en muchos casos seguimos usándolos en casa para el ocio o con nuestros hijos. Son algo habitual que de una forma u otra nos acompañará de por vida.
Nº 5. Los wearables, los recién llegados.
Un auténtico imprescindible de mi particular mochila tecnológica. Este tipo de productos va a ir creciendo en importancia y en cantidad en los próximos años. En importancia porque el hecho de que monitorice nuestras constantes vitales se va haciendo cada vez mas necesario según nos hacemos mas mayores. Y en cantidad porque en el futuro tendremos otros productos que llevaremos puestos como las gafas con realidad aumentada, puede que algún tipo de zapatos o deportivas con tecnología útil y un largo etcétera de elementos vestibles. Productos habituales que nos mejorarán la vida sin que apenas notemos que están ahí.
Las pulseras cuantificadoras y los relojes inteligentes son un producto imprescindible, y diría que hasta necesario en nuestra mochila tecnológica. Lo que ofrecen trasciende el tema del ocio o la productividad y están muy enfocados a mejorar nuestra salud, algo que la tecnología de consumo había dejado de lado y que ha resultado ser un mercado muy lucrativo y beneficioso para todas las partes implicadas: fabricantes y consumidores.
Nº 6. La domótica del hogar, la nueva revolución digital.
Para ir acabando creo que lo justo sería meter en la mochila todos esos otros productos tecnológicos que han ido llegando y que en realidad son los que la han engordado tanto. Véase por ejemplo los relacionados con la domótica para el hogar. Aquí las cámaras de vigilancia, los sensores de movimiento, los termostatos o las luces conectadas son productos que en mayor o menor medida todos hemos ido sumando al mobiliario de la casa y que sin duda abultan en nuestra mochila tecnológica personal.
Un lugar destacado de esa domótica es la que ocupa a los altavoces inteligentes. De estos podemos tener por casa varios con bluetooth o asistente virtual tipo Alexa o Siri. Algo que sin ser imprescindible se ha ganado un lugar destacado en los hogares y ha desplazado a las tradicionales cadenas y Home Theaters. No es que no podamos vivir sin altavoces inteligentes pero una vez que los metes en casa y pruebas sus bondades ya no sueles querer ir hacía atrás. Son cómodos, muy baratos en algunos casos, y muy útiles, que mas se les puede pedir. Bueno, que tuvieran la privacidad por bandera, cosa que se ha demostrado que no tienen. Así todo la mayoría hemos dado el paso y estamos mas o menos a gusto con la ecuación.
Nº 7 El resto, un cajón desastre tecnológico.
Tampoco me quiero olvidad de esos otros pequeños productos que aún están ahí y que en ocasiones metemos en mochilas físicas en nuestros viajes, como las cámaras digitales, los reproductores MP3 (si esos que todavía conservamos y que sorprendentemente siguen funcionando igual de bien que cuando los compramos), o incluso los mas recientes, los gimbals para grabar con los móviles. También hay que mencionar los drones para uso recreativo. Si me pongo me sale una lista de accesorios complementarios de lo mas larga. No voy a seguir nombrando dispositivos pero me entendéis por donde voy.
Conclusión
Vivimos atados a un montón de tecnología enfocada a mejorar nuestro día a día. A veces esa misma tecnología nos tiene atados e hiper conectados a una realidad digital muy distinta a la que vivieron nuestros padres pero que es la que hemos decidido vivir nosotros.
Creo que lo mas sensato es ir sacando elementos de esa mochila a medida que vamos pasando etapas en la vida, o al menos ir sustituyendo los que mas tiempo nos consumen por otros menos intrusivos y que nos distraigan menos. No es que la tecnología sea mala per se, sino que hace que perdamos por el camino mucho tiempo que podríamos estar dedicándoselo a experimentar cosas mas reales y menos digitales.
Newsletter lanzada originalmente el 05-11-2021