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Criptomonedas. Qué son y cómo nos afectan
Las divisas 100% digitales ya llevan mucho entre nosotros. Monedas virtuales como Bitcoin, Ethereum o Ripple no paran de crecer a todos los niveles.
Hoy os traigo una Newsletter muy extensa en la que lanzo una serie de preguntas habituales, para intentar despejar dudas y aclarar los puntos mas complejos de esta tecnología.
Antes de empezar quiero dejar claro que yo no soy ningún experto en criptomonedas y que lo que os voy a contar no es la formula para conseguirlas o cómo negociar con ellas. Con esta newsletter me gustaría explicar el concepto básico de lo que son y de cómo nos pueden afectar en nuestro futuro económico.
Las redes descentralizadas son el origen de todo
Estas divisas digitales ya llevan unos cuantos años entre nosotros. Para entender qué son y cómo funcionan hay que remontarse a 2009, año en el que un misterioso internauta (que se puso el nombre ficticio de Satoshi Nakamoto) publicó un documento llamado “A peer-to-peer electronic cash system”. En dicho documento hablaba de la creación de una moneda virtual que estaría alojada en ordenadores de todo el mundo, y que por lo tanto formaría parte de una red descentralizada, es decir, ajena al control de cualquier banco o entidad financiera.
Este sistema estaba basado en popular sistema Peer-to-peer, o lo que es lo mismo una red de pares. Un sistema por el cual todos los ordenadores se conectan unos a otros de manera independiente y auto regulada. Este sistema se había hecho tremendamente popular a principios del siglo 21 gracias a programas de descargas como E-donkey, E-mule y posteriormente los programas basados en los protocolos torrent.
Todos estos programas permitían compartir archivos alojados en ordenadores de todo el mundo. La dinámica era sencilla, cuando queríamos descargar una canción, una película o cualquier archivo, nuestro ordenador se conectaba, mediante estos programas, a miles de ordenadores de todo el mundo. Realizaba una búsqueda hasta localizar el archivo y procedía a solicitárselo a quienes lo tuvieran. Una vez aceptada la petición se nos permitía descargar una copia de una parte de ese archivo que estaba alojado en discos duros de ordenadores de todo el mundo.
De esta forma descargábamos una parte del archivo de un ordenador, otra parte de otro, y así sucesivamente hasta que conseguíamos descargar todo el archivo completo. Este sistema premiaba compartir nuestra biblioteca personal con cualquiera que nos solicitara algo, y cuantos mas archivos compartíamos mas nos premiaba, dándonos preferencia para descargar antes lo que quisiéramos de otras personas. Se creaba así una red descentralizada. Que no dependía de un gran ordenador central (o nodo), no estaba ligado a obtener los archivos de un servidor único al que se conectaran el resto de ordenadores.
Esta red era justo lo opuesto, todo el mundo se conectaba con todo el mundo para compartir canciones, películas y todo tipo de archivos. Eran otros tiempos, los del comienzo de la red de redes. Una internet muy distinta de la actual.
Hoy en día cuando vemos una película en streaming de Netflix, HBO o Disney, o cuando escuchamos una canción en Spotify o Apple Music, lo que hacemos es conectarnos a los servidores de esos proveedores de contenido y descargar el archivo de forma temporal en nuestro dispositivo. Bebemos todos de una misma fuente, bueno, de una misma no porque estas empresas tienen centros de servidores distribuidos por todo el mundo y nuestros dispositivos se conectan a los que están mas cerca o a los que están menos congestionados en ese momento. Pero ya veis la diferencia, antes todos nos conectábamos entre todos. Ahora todos nos conectamos a unos pocos servidores repartidos por todo el mundo.
Pero, ¿qué son las criptomonedas?
El bueno de Satoshi Nakamoto pensó que sería genial disponer de una moneda 100% virtual, creada por y para el mundo digital, una que no estuviera regulada por bancos y naciones, que fluyera libre y que le diera el poder absoluto a los usuarios de la red. Esa moneda adquirió el nombre de Bitcoin, haciendo referencia a dos conceptos básicos; los bits de información y la traducción de la palabra “coin”, moneda en inglés. Moneda de bits.
La forma de conseguir Bitcoins es relativamente sencilla, y esta ligada al blockchain. Otro término que seguramente habréis escuchado porque suele estar presente en cualquier conversación relativa a las criptomonedas.
¿Qué es el Blockchain?
Llegados a este punto hay que explicar un poco mas en detalle qué es el Blockchain y por qué es tan importante para el devenir de las criptomonedas. La propia palabra Blockchain define un poco en qué consiste, porque se trata de una cadena de bloques. Imaginad una caja cerrada con un candado que contiene dentro un premio en forma de Bitcoins, pues esa caja es un bloque que está encriptado con un código muy complicado de descifrar. Cada bloque se encadena con otro creando una cadena que no para de crecer cada día y que además define la cantidad de Bitcoins que hay en el mundo.
Nuestro amigo Satoshi, en ese documento mencionado anteriormente, pensó que para que existiera una moneda digital había que crear un sistema para que la gente pudiera transferirla de una manera ordenada. Al no haber un banco que controlara la moneda, ni un estado que la regulara, hacía falta un método por el cual esta moneda digital se pudiera transferir entre particulares y que todo el mundo hiciera de banco y de estado a la vez.
Para eso había que crear un registro de las operaciones que se hacían con dichas monedas, y este registro se tenía que compartir de forma simultánea para todos los usuarios de Bitcoins. Pero esto tenía asociados ciertos problemas por una cuestión meramente física, ya que es imposible enviar la misma información entre millones de ordenadores de forma exactamente simultánea. Así que, para que las transacciones y la información se pudiera coordinar, lo mejor era enviar dichas transacciones dentro de un bloque. Cada bloque incluiría una o varias transacciones registradas por el planeta e indicaban quién pagaba a quién con Bitcoins.
Además esas transacciones tenían que ser comprobadas. Algo vital para corroborar que las transacciones eran reales y no ficticias. Una vez comprobadas todas las transacciones se empaquetan dentro de un bloque, y con este bloque creado podremos intentar descifrar el código de acceso de esa caja imaginaria de la que os hablaba antes. La persona que consigue desbloquear ese código se gana el derecho a meter dentro de la caja el bloque con las últimas transacciones que se han realizado en el mundo.
¿Qué es el minado de Bitcoins?
El premio por ser los primeros en descifrar el código de desbloqueo de ese bloque son Bitcoins. Ese caja ficticia se abre, nos da a cambio una serie de Bitcoins y después se cierra y encadena con la anterior. En ese bloque se incluyen las últimas transacciones hechas en el mundo con Bitcoins, incluida la emisión de esos Bitcoins que hemos ganado nosotros por descifrar el código del bloque. Y ese bloque se encadena con el anterior en el que figuran otras transacciones previas de Bitcoins junto con el ganador de las monedas digitales que se han generado por descifrar el código de dicho bloque. Así es como se forma una gran cadena de bloques denominada Blockchain. En esta cadena de bloques están todas las transacciones verificadas que se hacen de Bitcoins por todo el mundo a diario. Estos bloques definen por tanto la cantidad de Bitcoins que hay en circulación y son además el registro de todas las transacciones que se hacen con esta moneda digital.
A este proceso de descifrar el código de acceso se le llama minado, porque nuestro ordenador tiene que emplear muchísimos recursos y potencia para poder minar el código que nos da acceso al premio. Cuanta mas potencia de calculo tenga nuestro ordenador mas rápido conseguirá superar las difíciles pruebas que suponen descifrar esos códigos. De ahí que hoy en día haya ordenadores conectados entre sí para multiplicar su potencia de cálculo y así mejorar su capacidad para resolver ese gran puzzle que es el blockchain, un puzzle que además se hace cada vez mas y mas complicado de resolver.
¿Merece la pena minar Bitcoins?
Lo cierto es que sí. Poco a poco estas monedas digitales fueron ganando popularidad. Llegó un punto en el que se empezaron a canjear por bienes y también se cambiaban por otras divisas del mundo real. Así consiguieron un valor cuantificable, tangible y que podemos poner en contexto. Al comparar el precio de un Bitcoin con el de otras divisas, como dólares o euros, fue cuando ganaron un mayor valor y un cierto peso en la economía mundial. Y aunque ese valor inicialmente no era muy alto, su gran aceptación y el despegue de la tecnología de consumo que hemos vivido los últimos 20 años han hecho que su precio se disparara, como nunca antes había logrado ninguna otra divisa en la historia de la humanidad.
Mucha gente esté esperando el momento en el que estas divisas caigan en picado y pierdan su enorme valor, se habla de burbuja pero la realidad es que son divisas que no paran de revalorizarse y crecer. De momento no parece que las criptomonedas vayan a tocar techo, y eso que algunas están ya a un nivel desproporcionado.
¿Cuantas criptomonedas hay?
Además de los Bitcoins, hay muchas otras monedas virtuales en circulación. Las mas conocidas quizás sean Ethereum y Ripple, pero hay muchas mas y cada cierto tiempo llega alguna nueva. Aunque todas siguen un sistema similar cada una tiene sus particularidades. Desde el momento en el que se convirtieron en un negocio, a través de la especulación, no han parado de llegar nuevos intentos de crear divisas digitales lucrativas. Unas con mejor éxito que otras.
¿Cómo nos afectan hoy y que futuro tienen?
Lo primero y mas importante es que hablamos de un tipo de divisas que no están controladas y reguladas por una entidad financiera ni un país o conjunto de países. Aunque no son ajenas a los mercados, viven en una realidad alternativa y paralela. Eso tiene su parte positiva y su parte negativa.
Lo bueno de las divisas digitales es que se eliminan todos los costes asociados a las transacciones que se llevan los intermediarios financieros, es decir los bancos. Con los Bitcoins o Ethereum etc, solo se registran las transacciones directas entre particulares, entre iguales, Peer-to-peer, ordenador frente a ordenador. Esto le da todo el valor a los dueños de las monedas y es un claro beneficio. Como no están alojadas en un lugar concreto tampoco se pueden robar, no hay un banco o sucursal que poder atracar, como mucho podemos perder las que guardemos en nuestra cartera digital pero eso ya sería un fallo nuestro, no un robo externo.
Lo negativo es que al ser un tipo de divisa 100% anónima, nadie sabe realmente quién está detrás de cada transacción porque esta todo encriptado y eso permite que se utilicen tanto para operaciones legales como para blanqueos de capital.
En el día a día, a la gente las criptomonedas no les afectan para nada. Salvo que queramos meternos a comprar, vender o negociar con ellas. Pero a futuro este tipo de dinero digital seguramente nos cambiará la vida. El dinero físico ya está en vías de desaparecer, algo que ayudará a eliminar en gran medida la economía sumergida. Pero este nuevo dinero digital, estas criptomonedas, le dan a la gente todo el control sobre su dinero, o al menos muchísimo mas control que el que tenemos ahora, que dependemos de cómo gestionan los gobiernos sus divisas y cómo los bancos ejercen presión a su favor.
Las criptodivisas ya han demostrado que no son un juguete, que son reales y que es una apuesta de futuro. Es una cuestión de tiempo que se afiancen e incluso que acaben siendo reguladas o semi controladas de alguna forma. En ese momento veremos un cambio radical en los modelos económicos, que pasarán de estar basados en divisas tradicionales a hacerlo en un modelo híbrido entre lo de toda la vida y las nuevas monedas digitales.
Veremos si en ese proceso no se pierde y sacrifica la esencia de lo que son, algo libre y que da el control al usuario. Esa es una batalla que veremos llegar en las próximas décadas. Pero de eso ya hablaré en otra ocasión cuando las cosas cambien.
Newsletter lanzada originalmente el 15-10-2021